los neandertales se volvieron caníbales con el cambio climático
Información de National Geographic
La temperatura subió varios grados, los hielos desaparecían de Europa y el nivel de los océanos ascendió varios metros, lo que provocó una escasez de las presas habituales y llevó a los antiguos pobladores del sur de Francia a practicar el canibalismo para poder sobrevivir
el cambio climático que se produjo al final de la glaciación de Riis provocó cambios drásticos en la vida de las especies que habitaban el planeta. Uno de los ejemplos más dramáticos se produjo en la cueva de Moula-Guercy, al sur de Francia, donde el súbito calentamiento global obligó a un grupo de neandertales a recurrir al canibalismo para sobrevivir.
La penúltima era glacial del Pleistoceno había terminado hacía apenas diez milenios, los hielos se habían retirado de gran parte de Europa, la temperatura global había subido varios grados y el nivel de los océanos ascendió varios metros. La alteración de los ecosistemas provocó una redistribución geográfica de la flora y la fauna. Los grandes mamíferos emigraron buscando climas más fríos, lo que hizo que los grupos de neandertales, cazadores recolectores, se quedaran sin sus presas habituales y tuvieran que recurrir al canibalismo para no morir de hambre. Esta es la secuencia dramática que describe un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science por los investigadores Alban Defleur, de la ENS de Lyon, y por Emmanue Desclaux, del Laboratorio departamental de Prehistoria del Lazaret, en Niza.
La cueva de Moula-Guercy es un yacimiento del Pleistoceno ocupado por los neandertales hace más de cien mil años. Su excavación se lleva a cabo desde 1991 y en ella se han encontrado restos de seis neandertales, vestigios de fauna contemporánea y herramientas líticas asociadas. Las evidencias de canibalismo entre los homínidos ya fueron puestas de manifiesto en un artículo de 1999 publicado por la revista Science. En él, sus autores –entre los que también se encontraba Alban Defleur– identificaron en los huesos de los homínidos cortes destinados a su despiece. Las incisiones «indican que los individuos fueron deshuesados y desarticulados» para aprovechar su carne y extraer la médula concluían en el texto.
PURA SUPERVIVENCIA NEANDERTAL
Los «trastornos ambientales», sugieren Defleur y Desclaux en este nuevo artículo, provocaron «el agotamiento de presas al comienzo del Pleistoceno superior», lo que contribuyó al «aumento del comportamiento canibalístico en los neandertales». El rápido aumento de las temperaturas durante el último periodo interglaciar –que se alargó entre hace 128.000 y hace 114.000 años– provocó una redistribución de todos los seres vivos del continente europeo. Los investigadores hallaron restos de grandes mamíferos en las capas anteriores al periodo interglacial que fueron sustituidos por reptiles y roedores propios de climas más cálidos. Esto supuso un gran trastorno en la forma de vida de los neandertales de la zona, que veían desaparecer su principal fuente de alimento.
Según Defleur y Desclaux, el bosque templado es un hábitat en el que los grupos de cazadores recolectores, como eran los neandertales, tienen dificultades de adaptación. Los investigadores sugieren que el aumento de temperaturas registrado en la era interglaciar provocó los cambios en el entorno que acabarían modificando el comportamiento de los neandertales y explicarían el canibalismo como una práctica de supervivencia y no como un ritual religioso. El canibalismo ha sido documentado en homínidos en otras ocasiones a lo largo de Europa durante los últimos 100.000 años pero la cueva de Moulan-Guercy es el yacimiento en el que esta práctica está mejor documentado.