HELADOS
El helado es algo muy sencillo de hacer pero puede volverse sofisticado y sensual con la experiencia.
Fueron los chinos quienes preparan por primera vez un plato dulce con nieve y este producto fue pasando por los indios, los persas hasta los árabes que llegaron a refinarlos.

Pero fue Marco Polo el que cuenta a su regreso de Oriente como los elaboraban helados de hielo con miel, luego surge el sorbete primitivo que procede de la palabra árabe scharbat, ya que era una bebida de vino a la que añadían nieve o hielo tratada de las montañas, luego se perfeccionaron y se mezclaron frutas troceadas o zumos, miel y nieve.
Para que un helado sea buena necesita tres cosas:
- Textura
- Consistencia
- Cuerpo

Para que tenga una buena textura los cristales de hielo que se forman sean pequeños y resulte suave en la boca.
La consistencia es la dureza o suavidad del helado, tiene que ser lo suficientemente firmes para mantener la forma y dependerá de la cantidad de azúcar.
El cuerpo puede ser viscoso, esponjoso, acuoso o compacto y todo dependerá del aire que tenga la mezcla, pero si el producto se deshace enseguida en la boca y no se le puede degustar tiene exceso de aire.
El mejor helado, es el que se realiza partiendo de una crema inglesa para helados que no es más que una sencilla receta de natillas sin almidón que posteriormente ponemos en la máquina de helados.
El segundo mejor helado es el denominado perfecto helado o biscuit helado, que no necesita máquina para realizarlo.
