Gracias MAESTROS  por lo que me habéis enseñado, por las horas de paciencia para que absorviéramos los conocimientos y destrezas que transmitíais.  Ahora soy yo la que formo, mejor dicho la que gestiono información ya que nos encontramos en un mundo con millones de conocimientos en la red, que hay que saber gestionar y discernir entre lo adecuado y lo incorrecto, para que encuentren lo mejor, por lo que intentaré guiarlos y dirigirlos por el adecuado camino profesional.

Intentaré ser al menos un poquito como vosotros y que la siguiente generación sea espléndida y generosa, como nos enseñasteis.

Seguirán en mi memoria especialmente las enseñanzas de Don Luis de la Traba y de Don Luis Santa María entre muchos otros que me dieron la guía y me mostraron las labores de la confitería y dulcería.