QUEMADORES

DEFINICIÓN

 Utensilio de cocina diseñado para aplicaciones en repostería y cocina que requieran quemar azúcar, caramelo… para dejar una fina capa dorada.

HISTORIA 

A los consumidores les gustaba el saber del azúcar quemado (caramelo), y como el método rústico antiguo, que consistía en una placa de metal calentada directamente sobre una llama, causaba muchos problemas, se inventó este utensilio.

Los quemadores tradicionales, el de la abuela, se calentaba al fuego de la cocina o la chimenea y la circunferencia tenía la medida exacta de las cazuelitas de barro. Hoy en día los quemadores son eléctricos y al final del mango tienen un cable para enchufarlos y que se calienten rápidamente.

CURIOSIDADES

Las palas de quemar de gran tamaño se guardan en cubos con piedras.

USOS EN LA ACTUALIDAD

Sirve para caramelizar la superficie de algunos postres.

  • Caramelizar platos de crema y natillas.
  • Decorar o tostar turrones blandos.
  • Se utiliza para quemar la superficie de algunas elaboraciones.
  • Adornar carnes y pescados.
  • Tostar jamón york.
  • Decorar fundiendo y tostando el azúcar que cubre ciertas piezas de pastelería.

DESCRIPCIÓN Y PARTES IMPORTANTES

Consta básicamente de dos partes:

Un mango ergonómico, largo y robusto, para agarrar el quemador cómodamente con las dos manos.

Un elemento calefactor blindado en tubo de acero inoxidable, para potenciar su utilidad y conseguir una temperatura constante.

Pueden tener la conexión fija o desmontable.

APLICACIÓN CULINARIA

  • Tarta de San Marcos
  • Pastel ruso
  • Crema catalana
  • Tarta ponche genovés
  • Tarta sablé de naranja
  • Crème brûlée

OBSERVACIONES Y RECOMENDACIONES

Son herramientas que alcanzan unas temperaturas muy elevadas, por lo que conviene extremar las precauciones para que no entre en contacto el metal caliente con la piel, asegurándonos de agarrar correctamente el quemador por el mango, y depositarlo o posarlo en un lugar seguro durante su uso y una vez hayamos finalizado el trabajo.

No puede apoyarse sobre superficies sensibles al calor, como la madera o el plástico, ya que se queman.

PROBLEMÁTICAS

Son más complicados de manipular por sus propias características (más peso, dimensiones, cable…) que un soplete. Podemos llegar a quemar y estropear una elaboración si no lo manejamos con destreza

Puede quemarte si no se utiliza adecuadamente. Se debe avisar de que está conectado, si no, otro miembro de la partida podría quemarse. Si se deja demasiado tiempo sobre el azúcar, sale una llama y se quema.

LIMPIEZA

El diseño del quemador de azúcar facilita su autolimpieza. Dejando el quemador conectado después de su utilización, los restos de azúcar se vaporizan, quedando el quemador dispuesto perfectamente para el siguiente servicio. Permite el lavado de la resistencia calefactora con agua y un detergente para vajillas. No se debe mojar el cable ni el mango.

Hay que esperar a que esté frío y retirar los restos de azúcar después de cada utilización. Algunas palas de quemar eléctricas tienen función de auto limpieza, es decir, se deja el utensilio encendido hasta que el azúcar se vaporiza.