Os voy a contar una historia real, hace siete años pasé por un cáncer de mama, que superé y del que me dieron el alta. Para pasar revisiones, primero cada 3 meses, luego cuatro y finalmente cada seis meses. Con el consiguiente temor de que se repita. Pero cada vez, que tienes una revisión, te dan vida para otros tres, cuatro o seis meses, al darte resultados negativos y te vas a celebrarlo, ya que a partir de que pasas por un cáncer descubres; que hay que celebrarlo todo, debes de disfrutar más de tu tiempo.

Hace unos días, justo antes de las vacaciones, yo estaba muy cansada y tenía dolores en un lateral, pasamos consulta de cabecera y todo parecía apuntar, a que sería una piedra. Así que esperamos a los resultados, pasando quince días horrorosos de dolor, pero como dicen que duele mucho, aguanté, tanto que no podía ni moverme. Como tengo un umbral de dolor muy alto, normalmente, no me duelen las cosas, pero este dolor no era normal, era mortal, me sentía morir.

El lunes, después de pasarme 24 horas sin dormir por el dolor, ni con calmantes cada cuatro horas, mi marido tuvo que llevarme casi en brazos a la ducha, antes de ir al médico, a por los resultados.

Menudos resultados, asombrosos, “no tenía nada”. La sorpresa fue mayúscula, así que fuimos al internista, que no pudo tocarme por los dolores y del internista a urgencias y donde me dejaron ingresada, con un pronóstico de metástasis. Piensas en ese momento, «si yo tenía el alta”, “pasé todas les revisiones», alguna célula se escapó… ¡METÁTASIS!

Me suministraron morfina y otros calmantes, ya que según mi oncóloga «el dolor es tercermundista» y no tenía buen pronóstico, así que un puñado de medicamentos, serían mi alivio.

Estos medicamentos son los que tomo ahora, parecen una barbaridad, pero no es así, son los necesarios para reducir el aliens/bicho/cáncer que tengo en mi columna. Pero lo más curioso de estos medicamentos, es que necesitan compensarse con otros, ya que te sube la tensión, te aumenta el colesterol y el azúcar. ¡Vamos, que necesitas un arsenal de medicamentos! y no os cuento lo que se necesitan para combatir como consecuencia indirecta y adversa por esas terapias, que provocan el estreñimiento, vómito…

Se necesitan cremas para manos y pies, y la boca tiene llagas, está reseca, los labios necesitan cacao, se seca la piel.

La falta de apetito te hace perder peso, por lo que tienes que esforzarte por comer bien, para asimilar lo poco que comes y que vomitas si no tomas primperan, no duermes bien, te deprimes, se te irritan los ojos, no ves bien, así que usas colirios, te salen sarpullidos en la piel, se te cae el pelo por lo que puedes necesitar pelucas o pañuelos, las uñas se trastornan y cambian, tienes moqueo e incluso te sangra la nariz. Aunque lo peor es el cansancio y el dolor de las articulaciones.

Ahora es importante saber que estos efectos secundarios, desaparecen poco a poco, cuando dejamos de tomar pastillas.