Lavarse las manos

Lavarse las manos es la medida más barata contra muchas enfermedades

Con un simple acto, sencillo y barato como es lavarse las manos, podemos prevenir muchas enfermedades que pueden afectar severamente nuestra salud, tal es el caso de las infecciones virales, bacterianas o bien, transmitidas por alimentos.

Las manos son el primer agente transmisor de microbios.

•Lavarse las manos es más que una obligación reglamentaria, es un deber moral para todos aquéllos que tienen que manipular alimentos.

•La transmisión de gérmenes que pueden provocar intoxicaciones se realiza por distintos medios pero uno de los principales son las manos, que pueden acumular gran cantidad de ellos y transmitirlos fácilmente.

•Nuestra piel no es totalmente lisa, sino que tiene numerosas oquedades que favorecen que los microorganismos residan fácilmente en ella, siendo prácticamente imposible su total eliminación.


Los microorganismos pueden alojarse en las hendiduras de las joyas o alrededor de las piedras, la piel que esta en contacto con las joyas se encuentra densamente colonizada.

EL SER HUMANO ES UNA GIGANTESCA RESERVA DE MICROBIOS

  • Los propios y los que recoge de su entorno.
  • Estos gérmenes se sienten a sus anchas en la piel, en los cabellos, en orificios como los de la nariz, las orejas, la boca, la garganta, bajo las uñas…
  • No es nada extraño pues que el ser humano juegue un papel preponderante en la contaminación de los alimentos.
  • Evitaríamos muchos episodios diarreicos si los cocineros se lavaran las manos después de pasar por el cuarto de baño.
  • Las enfermedades más serias como la meningitis, bronquitis, influenza, hepatitis A, y la mayoría de los tipos de diarrea infecciosa pueden ser evitadas con el simple acto de lavarse las manos

La microbiota que se encuentra en nuestra piel puede dividirse en dos tipos: La microbiota residente y la microbiota transitoria.

  • La residente, es decir, la microbiota habitual, en la mayoría de personas está constituida principalmente por microorganismos de los géneros Staphylocococcus, Corynebacterium y Acinetobacter, así como de la familia Enterobacteriaceae y determinadas especies de levaduras pertenecientes sobre todo al género Candida. No suele ser causa de toxiinfecciones de origen alimentario
  • La microbiota transitoria es aquella que llega a nuestra piel por el contacto directo con superficies contaminadas o por aerosol. Esta microbiota puede estar constituida por bacterias, virus, parásitos u hongos, causantes en muchos casos de toxiinfecciones alimentarias como Escherichiacoli, Salmonella spp., Shigella spp., Clostridiumperfringens, Giardia lamblia, huevos de Taenia, Norovirus, virus de la hepatitis A, así como de otros microorganismos de origen fecal.

El origen de la microbiota transitoria patógena presente en nuestras manos.  Conocerlo nos va a ayudar a eliminarla, es decir, cuándo y cómo el manipulador debe lavarse las manos.
La mayor contaminación de nuestras manos por estos microorganismos patógenos se produce básicamente por:

  • La contaminación fecal producida tras utilizar el baño o manipular basura. En el hogar, además, se debe incluir la contaminación producida al cambiar pañales o al tocar animales domésticos o sus heces.
  • La manipulación de productos crudos, normalmente con una elevada contaminación superficial, como carne, pollo, frutas y verduras. –
  • La contaminación por el contacto con objetos de utilización común para muchas personas, como el teléfono, el dinero, apertura de puertas, barandillas
  • La contaminación con secreciones producidas al estornudar o toser, o al tocar diversas zonas corporales contaminadas como la boca, nariz o cabello.

Lávese las manos después de:

  • Después de ir al baño
  • Manipular alimentos crudos, especialmente carne cruda
  • Sonar tu nariz
  • Manipular la basura
  • Cuidar a alguien que esté enfermo
  • Cambiar un pañal
  • Jugar o tocar a tu mascota, especialmente si es un reptil o un animal exótico
  • Después de limpiar la casa
  • Después de visitar o cuidar amigos o familiares enfermos
  • Después de sonarse la nariz, toser o estornudar
  • Después de estar afuera (jugando, haciendo jardinería, caminando al perro, etc.)
  • Cuando sienta que tiene sucias las manos
  • Después de cada interrupción (descanso, teléfono, lectura del periódico…).
  • Después de lavar los utensilios o el suelo.
  • Después de lavar las legumbres.
  • Después de manipular la carne cruda, aves o pescado y marisco.
  • Realizar cualquier actividad que pueda contaminar las manos
  • Después de haber tenido que tocar objetos no rigurosamente limpios como dinero, teléfono o llaves.
  • Después que se haya tocado el pelo, nariz o boca.
  • Después de cambiar de actividad.

PROHIBIDO

– Estornudar o toser sobre los alimentos.
– Soplar sobre un plato para enfriarlo.
– Probar varios platos (cremas, salsas, etc.) con un dedo o la misma cuchara.
– Secarse la gota que cae de la naríz con los dedos.
– Usar un paño de cocina para todo (contaminaciones cruzadas).
– Manosear una herida abierta.
– Rascarse la nariz, los cabellos.
– Llevarse los dedos a la boca y fumar.
– Morderse las uñas.
– Chupar la punta del cartucho para decorar.

LAVARSE LAS MANOS : TÉCNICA

MATERIAL Y MAQUINARIA NECESARIA •Jabón de manos en dispensador •Agua corriente en un lavamanos automático por sensor, codo o pedal •Papel para secado o secador automático •Cepillo para las uñas

https://youtu.be/PK0FghXjoU4

  • Quitarse todas las joyas.
  • Colocarse en una posición cómoda inclinándose ligeramente hacia el lavabo. •
  • Mantener una buena alineación corporal. •
  • Evitar contaminar sus uniformes tocando el lavabo o mojándolo. •
  • Generalmente hay muchos organismos alrededor de los lavabos; ellos crecen y se multiplican rápidamente en los medios húmedos. •
  • Mantener el agua corriendo continuamente durante todo el procedimiento de lavado de manos.
    • a. Grifos con apertura manual. A causa de las bacterias presentes en los grifos y al interior del lavabo estos se consideran contaminados. Usted puede abrir el agua con sus manos, pero debe protegerlas después de haberlas lavado de la contaminación, utilizando una toalla de papel para cerrar la llave del agua.
    • b. Un lavabo con pedal de pie. Esto le facilita para abrir y regular el flujo del agua sin contaminar las manos.
    • c. Un lavado con palanca de codo. Esto se utiliza frecuentemente en los hospitales.
    • d. Palanca para rodilla. Este se utiliza en la zona de quirófano.
  • Se da con el codo o se aprieta el pedal que acciona el agua o se aproximan las manos al sensor del grifo y se mojan las manos
  • Deje correr agua calienteLavarse las manos con agua templada  
  • Mojado de las manos con agua tibia (20-37ºC). El agua eliminará los microorganismos más superficiales.
  • El agua templada hace mejor espuma y se prefiere al agua caliente porque elimina menos el aceite protector de la piel, además el agua extremadamente caliente o fría tiende a resecar la piel.
  • Mantener sus manos hacia arriba, más altas que los codos. El agua caerá entonces desde las puntas de los dedos y llevará las bacterias hacia los codos.
  • Utilizar aproximadamente de 2 a 5 cc de jabón líquido. Si se utiliza en pastilla, enjuagarlo bien antes de devolverlo a la jabonera al final del procedimiento de lavado de manos.
  • La jabonera debe ser del tipo que permita que la pastilla de jabón permanezca seca antes de volverlo a utilizar. •Si accidentalmente se cae la pastilla de jabón al suelo mientras se lava, recójala, enjuáguela completamente y luego vuelva al paso cinco del procedimiento del lavabo de manos.
  • Se echa jabón y se frota por todas partes, mejor con jabón bactericida envasado en dispensador.
  • Enjabone bien sus manos en el dorso, las palmas  y muñecas. No se utilizarán los mismos jabones que se utilizan para fregar. El jabón barre la suciedad, pero no mata agentes contaminantes.
  • Las manos deben lavarse durante 15 a 30 segundos, toda la superficie de las manos ¡No olvide las muñecas! 
    • A. Lavarse las palmas de las manos utilizando fricción (fuertes movimientos de frotación)
    • B. Lavarse el dorso de cada mano con movimientos de rotación.
    • C. Lavarse los dedos con movimientos de fricción. Sin olvidar los espacios interdigitales.
  • Posteriormente se debe realizar el enjuagado con agua tibia en los dedos, manos y brazos.
  • Una vez enjabonado se vuelve abrir el grifo para aclarar las manos perfectamente •Enjuague bien la espuma
  • Mantener las manos hacia arriba mientras se enjuaga bajo agua corriente. Limpiarse las uñas.
  • Limpiarse las uñas, con un cepillo de uña, añadiendo un poco de jabón, para luego cepillar y enjabonar principalmente dedos y uñas durante un tiempo entre 12-15 segundos; mientras, el agua correrá sobre los dedos, finalizando el proceso cuando el cepillo y los dedos pierdan la espuma. El cepillo puede dejarse con las cerdas hacia arriba, lo que permite que el agua del cepillo se escurra, se seque y así las bacterias no se reproduzcan.
  • Seque sus manos con: •Con aire caliente. Este tipo de secado es demasiado largo y se tiende a terminar de secarse las manos sobre la ropa de trabajo o los paños de cocina, para poder incorporarse al trabajo lo más rápidamente posible. •Con secamanos de papel desechable. Son eficaces pero tienden a irritar la piel. Nunca secarse con un paño de cocina. •Con secamanos textiles. Es lo ideal, a condición de que sean de un solo uso y presentados en un dispensador automático enrollable.
  • Con ello, se evita la recontaminación de las manos •El secado de las manos es fundamental pues tiene efecto letal sobre los microorganismos, produciendo una reducción aproximada en el recuento microbiano de una décima parte.
  • Si se le resecan o irritan las manos, póngase crema para manos, pero sígase lavando las manos con frecuencia.

•Para evitar esta incidencia tan elevada de casos bastaría con el cumplimiento de una norma higiénica simple y al alcance de cualquiera: el lavado de manos con agua caliente y jabón o desinfectante adecuado. Esta regla de oro fundamental, y que por otra parte resulta poco menos que obvia, se recoge, junto a otras, en el Real Decreto 202/2000, de 11 febrero, por el que se establecen las normas relativas a los manipuladores de alimentos.