PULVERIZADORES

PULVERIZADOR DE BOMBA

PULVERIZADOR DE PISTOLA

PULVERIZADOR DE LIMÓN

Definición

Utensilio que permite dispersar un lí­quido en pequeñas partículas de ma­nera uniforme.

Historia y trascendencia

Procedentes del mundo del packaging en otros ámbitos (perfumería, drogue­ría, etc.), se han utilizado mucho en las cocinas en la última década, es­pecialmente para pulverizar diferentes líquidos, condimentos, grasas, etc., gracias a sus propiedades para la as­persión controlada y regular.

Descripción

Suelen estar fabricados en plástico con un recubrimiento metálico.

Partes:

  • Depósito para contener el líquido a pulverizar
  • Espray: mecanismo con un tubo de plástico que dispersa el líquido en forma de pequeñas partículas cuan­do aplicamos presión.
  • Tapa de rosca: asegura la estan­queidad del depósito y contiene el pulsador.
  • Cabezal: permite introducir aire a presión en el interior y expulsar el líquido vaporizado.

Utilización

  • Llenar el depósito hasta la mitad con el líquido deseado.
  • Colocar el mecanismo de espray, enroscando bien la tapa.
  • Colocar el cabezal de forma que el tubo de la bomba ajuste con el pul­sador del espray.
  • Bombear de 15 a 20 veces para in­troducir el aire a presión dentro del depósito.
  • Pulverizar, accionando el pulsador para dispersar el líquido.

 

 Aplicaciones culinarias

Podemos pulverizar líquidos de dife­rentes densidades, como infusiones, aguas de hierbas, vinagre, alcoholes, etc. Su principal aplicación, sin embar­go, es la pulverización de aceite para aliñar, ya que permite repartirlo de ma­nera muy uniforme y controlada.

Observaciones

Recomendaciones:

  • En el caso de querer pulverizar un plato acabado, hay que tener en cuenta que puede mancharse.
  • Dependiendo del líquido a pulverizar (graso, acuoso, etc.), éste saldrá de forma diferente. En el caso de las grasas, con más amplitud de radio, y si son líquidos acuosos, de forma más directa.
  • Debe mantenerse muy limpio el ex­terior del pulverizador, sobre todo al trabajar con grasas.
  • No introducir en ningún caso ele­mentos sólidos en el pulverizador para evitar la obstrucción de la vál­vula de salida.

Problemática:

  • Si el pulverizador no funciona correc­tamente, se puede intentar:
  • Apretar la tapa de rosca, ya que qui­zás tiene una pérdida de aire.
  • Bombear más aire en el depósito con el cabezal.
  • Verificar la correcta colocación del anillo de goma interior de la tapa de rosca y comprobar que el recipiente no esté demasiado lleno.
  • Si el pulverizado no es lo suficien­temente fino, bombear más aire en el depósito

Limpieza

Cuándo: en el momento que se cam­bia el producto.

Cómo:

  • Lavar siempre a mano, nunca en el lavavajilla.
  • Llenar de agua caliente con una gota de detergente líquido y pulverizar unas 10 veces.
  • Enjuagar repitiendo la operación, pero esta vez sólo con agua, hasta que ya no quede detergente en el interior.
  • Dejar secar desmontado para evitar malos olores a consecuencia de la humedad.

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